Cómo lidiar con el impacto de la migración en niñas y niños que quedan

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Camilo tiene siete años y primero se fue su papá y luego su mamá. El niño quedó al cuido de su abuela, quien, con su compañía, pudo amortiguar el dolor de ver irse a su hija a otro país. El viaje fue pensando para mejorar el futuro de la familia, pero lidiar con el impacto de la migración ha sido un reto para ambas partes.

Para Camilo esas razones no valen, él quiere a su mamá y la busca por toda la casa: llora, le hace falta, tiene insomnio, poco apetito y no quiere ir a la escuela. Está triste. La abuela y otros familiares no saben qué hacer, porque ningún regalo calma sus demandas emocionales.

La migración de madres y padres tiene serias implicaciones en la vida de sus hijos e hijas debido a la de desintegración familiar y a la pérdida de referentes. Esto aplica no solo para quienes quedan, sino también para quienes se van.

Pueden surgir sentimientos de abandono y vulnerabilidad o pérdida de autoestima, entre otros aspectos, nos explica una sicóloga feminista independiente. “Hay que prestar atención si el niño, niña o adolescente muestra señales de angustia, ansiedad o estrés. Cuando hay miedo, problemas de apetito, insomnio o pesadillas, cambios repentinos en su estado de ánimo o comportamiento significa que algo está pasándole y no sabe cómo comunicarlo.

“Hay inestabilidad emocional cuando presenta cambios en sus temas de conversación, deja de hablar o habla más que antes. También pueden aparecer problemas físicos de origen emocional como dolores de cabeza o estomacales, incluso, hay quienes ya sabían ir al baño y empiezan a orinarse o defecar de nuevo en sus ropas. Esto se llama regresión”, explica la terapeuta.

Efectos multidimensionales

Además, menciona casos de hermanos o hermanas mayores que se hacen cargo de los menores y eso les obliga a madurar de forma precoz, pues asumen responsabilidades que no son propias de su edad y algunas veces hasta tienen que abandonar sus estudios, comenta la sicóloga.

La especialista añade que, al quedar bajo otras tutelas, aumenta el riesgo, real o potencial, de que la niñez no reciba el cuidado de su salud, alimentación y protección, que tendrían en presencia de sus madres y padres.

Sabemos que, en muchos casos de tutela por migración, la niñez queda a cargo de personas mayores como las abuelas u otros parientes cercanos. Asumir uno o varios nietos o nietas es una pesada carga física, mental y emocional, para la que muchas personas no están preparadas o no tienen la energía para ello. Los métodos de crianza y acercamiento emocional tampoco son los mismos.

Imaginemos el acompañamiento en las tareas, los momentos para compartir preocupaciones y sentimientos, la resolución de problemas propios de la niñez y adolescencia. Sabemos que hacen lo que pueden con los recursos que tienen, pero esto puede ser insuficiente para las demandas.

¿Qué se recomienda para mitigar el impacto de la migración en niñas y niños que quedan?

La sicóloga nos comparte algunas ideas para personas cuidadoras:

  • Una vez que se ha ido el padre o madre, es importante mantener la comunicación continua para preservar el vínculo. Tenga fotos familiares a la vista.
  • Informarnos y acordar cómo enfrentar las dificultades en los aspectos emocionales, físicos o logísticos con sus padres y madres.
  • Mostrarle cariño, abrazarle, decirle que le entendemos, que es normal sentirse triste. Asegurarle que, aunque su mamá o papá no están, no está solo o sola.
  • Nunca mentirle ni negarle información. Eso les permitirá entender lo que está sucediendo. Usar lenguaje sencillo acorde con la edad con palabras simples y concretas evitando inventar historias que les puedan confundir.
  • Si quiere dormir en nuestra cama, permitirlo, porque eso le hará sentir calma y protección. Poco a poco, cuando sienta más seguridad, podrá regresar a su cama.
  • Dedicar tiempo a jugar con ellos y ellas o salir juntos porque les ayuda a procesar sus emociones.
  • Promover que hable preguntándole cómo se siente y qué piensa de la situación, validando todo lo que quieran decir.
  • Buscar ayuda sicológica profesional si lo necesita, tanto la niñez a cargo, como la persona cuidadora.

Fuentes documentales: Migración en infancia, Unicef • Cuatro claves para enfrentar el duelo migratorio por la separación • ¿Qué es el “duelo migratorio” y cómo afecta la vida de los inmigrantes?

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