Uno de los momentos más peligrosos para una mujer que vive violencia de pareja es cuando decide terminar la relación o irse. El pasado 19 de septiembre recibimos la triste noticia de una joven de 21 años asesinada a balazos en Pantasma, Jinotega, por su expareja, dos días después de la ruptura. Ya hemos visto varios casos como este donde los maridos asesinan a sus exparejas como una forma de decirle “sos mía o de nadie” tras la separación.

Cuando estamos en una relación que nos trae más tristezas que alegrías, más miedo que tranquilidad, más estrés que relax, es hora de pensar qué ganamos, qué perdemos y qué vamos a hacer. Según el psicólogo italiano Walter Riso, hay tres razones por las que una relación debería terminar: cuando no te quieren, cuando obstaculizan tu realización personal y cuando hieren tu dignidad. Estos elementos están presentes en las relaciones de violencia.

Cuando una mujer decide terminar una relación, generalmente ha intentado por todos los medios enfrentar o resolver de varias maneras las dificultades en la relación amorosa. También es probable, que en “en nombre del amor” haya aguantado gritos, humillaciones, control y otras formas de violencia. Muchas hemos sido víctimas de ese “amor romántico” machista y tóxico que nos hace “aguantar” y “luchar” por una relación que no da para más.

Puede ser que haya cariño y se tenga la certeza que esa persona nos quiere, pero revisemos si hay coherencia entre lo que nos dice y lo que hace. ¡El amor no lo puede todo! Aunque sintamos algo especial por esa persona, o en algún momento lo sentimos, vivir sufriendo no debería ser una opción. Por ello nos toca decidir poner fin a la relación pensando en nuestro bienestar y el de hijas e hijos, si los hay.

¡Mejor preparémonos!

Al decirle a la pareja que ya no queremos continuar hay riesgos reales de que aparezca o aumente la violencia. Hay quienes asumen actitudes manipuladoras primero haciéndose las víctimas y luego abordándonos cuando andan intoxicados de alcohol o drogas para pedirnos regresar o hacer promesas que ya sabemos no cumplirán. Otros optan por perseguirnos, amenazarnos con hacer daño, decirnos que nadie nos va a querer o manipularnos con quitar a los hijos y el apoyo económico.

Por eso, es recomendable que toda mujer a punto de separarse de una pareja que ha dado muestras de ser violenta, tome medidas para prevenir el riesgo de ser atacada verbal o físicamente y también para proteger a sus hijas e hijos. A continuación, algunas recomendaciones a tomar en cuenta para hacer un plan de seguridad:

  • Busquemos una red de apoyo: alguien tiene que saber lo que vivimos y lo que queremos hacer. No nos quedemos calladas ni nos aislemos, ya que aumenta el riesgo de sufrir una agresión sin que nadie nos eche una mano. Busquemos amistades o familiares de confianza y pidamos que nos escuchen sin juzgar. Hablemos de cómo nos sentimos, qué estamos viviendo, cómo hemos llegado a esa decisión y en qué queremos que nos apoyen.
  • Identifiquemos lugares seguros y la ruta para llegar: pidamos posada a alguien de confianza, de preferencia en un lugar donde la expareja no conozca. Revisemos el camino para llegar y también memoricemos números de teléfono de quienes pueden ayudarnos.
  • Preparemos una mochila o bolso con cédula, partidas de nacimiento (nuestra y de hijas e hijos si los tenemos), tarjetas de vacunación, notas, copia de las llaves de la casa, algo de dinero y ropa para salir rápido en caso de emergencia. Si hay peligro inmediato, mejor vámonos sin llevar nada, también podemos ir sacando cosas poco a poco sin que él se dé cuenta.
  • Acordemos una señal para avisar cuando necesitamos ayuda: hablemos con amistades, familiares o vecinas para hacerles saber que estamos en peligro sin que el hombre lo descubra y qué hacer de inmediato: presentarse en la casa, llamar a la Policía…
  • Podemos terminar sin una conversación cara a cara: puede ser por teléfono, con una carta o por chat. Si preferimos hablarlo, nunca lo hagamos a solas con él en su casa o el lugar donde vivimos. Hay que citarlo en un lugar público donde iremos acompañadas de personas de nuestra confianza que estarán alertas a una señal para acercarse. Antes, hay que revisar todas las salidas accesibles por si toca huir o salir rápidamente.
  • Si hay amenazas de daño o muerte es importante que interpongamos una denuncia para que conste en los antecedentes policiales y puedan aplicar medidas de protección y alejamiento. Si aún así continúa el hostigamiento, es importante resguardarnos en un lugar seguro donde él no conozca y exigir que lo capturen. También, avisar en nuestro trabajo la situación para impedir que lo dejen entrar y autorizar que llamen a la Policía por cualquier escándalo que quiera provocar.
  • Al suave en los primeros días. En los días de la separación, cambiemos la rutina para evitar que aparezca en lugares donde nos movemos. Hay que asumir medidas como ir acompañada por la calle, sobre todo en horas de poca circulación de gente; estar alerta y sin distracciones e incluso detalles como andar de cola y no de pelo suelto, porque es más fácil que nos agarren.
  • Mejor no publicar en redes sociales nada relacionado a la expareja, pues podría provocar una reacción negativa de su parte. La única excepción es si nos sentimos en riesgo de muerte porque pusimos denuncia y no han hecho caso.
  • Si hay hijos e hijas en común es importante que cuando nos hayamos cambiado de casa ―o él lo haya hecho―, sepan que ya no viviremos juntos y quién se hará cargo de su cuido, quién les buscará en la escuela y si van a tener contacto con su padre. Hay que hablar de la separación de acuerdo a su edad asegurándoles que no es su culpa, ya que para las personas menores de edad es fácil pensar que tuvieron algo que ver en esa ruptura. También es importante que los acuerdos de pensión alimenticia se hagan a través del Ministerio de la Familia o asesoría legal especializada.  

Terminar una relación de pareja puede ser difícil, pero si nos concentramos en salir adelante y tomamos medidas de seguridad, será menos complejo. A veces las relaciones funcionan y a veces no, por eso no tenemos que sentirlo como un fracaso. Después de una ruptura es importante trabajar ese duelo e ir avanzando en conocernos mejor y nuestros planes a futuro.

Fuentes consultadas:

Artículo Ruptura de la pareja en jóvenes: factores relacionados con su impacto

Cómo poner fin a una relación, Planned Parenthood

Por qué es tan difícil salir de una relación tóxica, psicologiamonzo.com

Artículo escrito por una sicóloga feminista independiente nicaragüense

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