Mariela tiene 30 años y se dio cuenta que nunca había tenido un orgasmo hasta que tuvo un encuentro sexual con otra mujer. Aunque siempre había tenido parejas masculinas, jamás había sentido una explosión de placer como ese día, cuando se dio permiso de experimentar dejando de lado sus prejuicios.  

Johana tiene 25 años y vive frustrada porque sus amigas le cuentan de sensaciones que ella no ha vivido en esas proporciones. No sabe si ella es el problema o es su pareja masculina, aunque se excita y siente “algo” de placer, afirma que nunca ha sentido nada extraordinario en comparación con los cuentos que ha oído.

Un orgasmo es “eso que sientes cuando llegas a la parte más intensa de la excitación, cuando se libera la tensión sexual en una especie de descarga o explosión de sensaciones y/o placer, seguido de una sensación de bienestar y relajación”, explican en el sitio web de la organización Planned Parenthood.

Añaden que hay señales físicas para reconocer un orgasmo: contracciones de los músculos de la vagina, pelvis o ano, ritmo cardiaco y respiración más agitados, sentir calor, enrojecimiento del pecho, cuello y cara, entre otras.

Para llegar al orgasmo también hay otros factores que entran en juego: la cultura en que crecimos, nuestras experiencias personales y los aspectos emocionales o sicológicos.

Orgasmos condicionados

Cuando hablamos de orgasmos hay muchos tabúes o mentiras, sobre todo para las mujeres. Los mandatos de género, esas maneras de ser y actuar que nos dicho que son “naturales”, también influyen en que alcancemos o no el orgasmo.

Durante mucho tiempo a las mujeres nos han dicho que no somos seres sexuales y hay muchos mensajes religiosos que relacionan la sexualidad con pecado, suciedad o ser una mujer fácil o mala. También nos han impuesto modelos de belleza imposibles de alcanzar y cuando no aceptamos ni queremos nuestros cuerpos, esto dificulta que sintamos placer.

Además, nos han hecho creer que el orgasmo se alcanza solo cuando se introduce el pene en la vagina y los estudios indican que las mujeres tenemos más orgasmos estimulando el clítoris, que no tiene que ver con la penetración heterosexual tradicional.

Podemos tener orgasmos solo con nuestros pensamientos y autoestimulación de zonas erógenas, que no necesariamente son las genitales, y con cualquier persona que nos atraiga eróticamente, sin importar su género o identidad.

La falta de orgasmos también puede indicar que no nos sentimos relajadas, cómodas o seguras. Hay hombres que quieren que reaccionemos rápido y que sintamos lo mismo que ellos con la penetración, o incluso, nos culpan de cualquier bajón erótico. ¿Y qué mujer se va excitar y sentir placer con tantas cargas y presiones encima?

Sexo solo cuando lo queremos

Por eso es importante hacernos algunas preguntas para saber qué nos está pasando: ¿Quiero tener sexo? ¿Qué me preocupa? ¿Me siento cómoda con mi cuerpo? ¿Han criticado mi sexualidad y siento que soy el problema? ¿Me siento presionada de cumplir sin querer realmente tener relaciones?

Tengamos presente que es nuestro derecho tener sexo cuando nosotras decidimos, no cuando la pareja quiere. A nadie tenemos que “cumplirle” porque no somos esclavas ni objetos sexuales a disposición de otras personas.

El orgasmo esun regalo que nuestra sexualidad nos ofrece. Cada 8 de agosto se conmemora el Día Mundial del Orgasmo Femenino, fecha que aprovechamos para recordar que tanto las mujeres como las personas con vagina tenemos derecho a sentir placer.

En este día, también es importante recordar que no todas las personas con vulva son mujeres, ni todas las mujeres tienen vulva, ya que puede haber mujeres trans (que no necesariamente tienen vulva) o personas no binarias (que no se consideran mujeres, aunque tengan órganos sexuales femeninos), para mencionar dos ejemplos.

¿Y qué hacemos para ver si logramos un orgasmo?

  • Conocer nuestro cuerpo es fundamental, por ello, masturbarnos es un paso importante para saber qué nos gusta y cómo.
  • No hay una medida, ni una sola una manera de disfrutar nuestra sexualidad, con o sin orgasmos. La única regla es que exista consentimiento y que nadie haga algo que no queremos ni disfrutamos. Pero también es cierto que cada persona siente placer y orgasmos de manera única y diferenciada y no solo por vía genital.
  • Hacer juegos previos, darse abrazos y caricias con la pareja ayuda a estimular la oxitocina, que es una de las hormonas centrales de la excitación sexual y de los orgasmos, tanto de hombres como de mujeres.
  • Priorizar el clítoris: las mujeres alcanzamos mejor los orgasmos estimulando el clítoris, que tiene como única función el placer con más de 10 mil fibras nerviosas para conseguirlo. Por ello hay que hacer juegos y caricias con él y optar por posiciones sexuales que lo estimulen.
  • Hay quienes usan juguetes sexuales para experimentar, pero en nuestro país no están disponibles abiertamente y son caros. Si tenemos acceso son útiles los que vibran y succionan.
  • Tengamos o no orgasmos, tratemos de disfrutar todas las sensaciones y placeres que ocurren durante un encuentro sexual consensuado. Además, estemos claras que la manera en que nos sentimos y comunicamos con la pareja, y el interés que esta pone en que nosotras también disfrutemos, también incide en si lo logramos o no. Por eso ¡pongámonos en primer lugar porque tenemos derecho al placer!

Fuentes documentales: ¿Qué es un orgasmo y cómo sé si lo estoy teniendo?, Planned Parenthood • No le debes un orgasmo a nadie, publicación de Instagram de Laura de Lera, sexóloga • Tips para tener un orgasmo, post de Pictoline  • Algo que necesitas saber hoy en el Día del Orgasmo Femenino, @fugascriticas en Instagram

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