Es un virus común en mujeres y hombres, y altamente contagioso, que se propaga por actividad sexual y contacto de piel con piel en el área genital. Una persona con VPH puede transmitir la infección a otra incluso cuando no presenta signos ni síntomas. En la mayoría de los casos, el VPH desaparece por sí solo en dos años y no causa problemas de salud. Pero cuando no desaparece, puede causar verrugas genitales y cáncer. Por eso es importante hacer chequeos regulares con especialistas.