Al igual que el condón masculino, es un método de barrera para impedir que haya fecundación tras el coito. Se parece al condón masculino pero tiene una base circular en ambas puntas que se colocan uno dentro de la vagina y otro en la entrada cubriendo parte de la vulva. Brinda protección contra embarazos, aunque no es tan efectivo con la prevención de infecciones de transmisión sexual y el VIH.