Es cuando, por voluntad propia, se decide no tener ningún tipo de contacto sexual. Privarse total o parcialmente de satisfacer los deseos sexuales, puede ser por causa religiosa, voluntaria (anticoncepción), obligatoria (reclusión), entre otros aspectos. Sin importar los motivos, este el único método 100 % seguro de evitar un embarazo o las infecciones de transmisión sexual.