Fiestas familiares de fin de año: los retos que enfrentan víctimas y sobrevivientes de violencia

Algunas de las fechas más esperadas para mucha gente en el mundo son la Navidad, el fin de año y la bienvenida del Año Nuevo. También es época de promociones escolares, bautizos y comuniones que convocan a toda la familia, porque aún dentro de las limitaciones económicas, se hace un esfuerzo por celebrar a lo grande en estas ocasiones.

Desafortunadamente la familia no es siempre lo que se espera: un espacio donde compartir con personas que se aman, respetan y desean pasar el tiempo juntas. Son muchas las historias que hemos escuchado de mujeres, adolescentes, niñas y niños a quienes les toca sentarse a la mesa con sus agresores.

Esto sucede por el silencio que rodea la violencia intrafamiliar y sexual. Las víctimas no esperan con alegría estos días por la imposición de la presencia de una persona que les ha hecho daño. Este es uno de los grandes retos para las sobrevivientes de violencia machista.

Doble dolor

Si sos madre de una sobreviviente de violencia sexual por parte de un miembro de la familia, quizá hay mucho que te toca enfrentar. Ya pasaste por el shock que implica descubrir que alguien de confianza que se supone que debería haber protegido a tu hija, abusó de ella. También está el dolor, estrés, rabia o confusión, e incluso, sentimientos de culpa por no haberte percatado de lo que estaba pasando o por sentir que no la cuidaste bien.

Ya hemos dicho muchas veces que la culpa siempre es del agresor, nunca puede ser de las víctimas o de sus madres.

La reacción de otros miembros de la familia va a ser determinante. Toda persona que ha sido agredida necesita apoyo para recuperarse y crecer como una persona sana y resiliente, con autoconfianza. Esto requiere tiempo, así como fortaleza de la familia, en especial de madres y padres.

El problema es que a veces algunos miembros de la familia no creen en la víctima. Por temor o vergüenza no se denuncia y se queda como un “secreto” familiar, como un evento producto de “la mala suerte”, o incluso, hay comentarios que minimizan los delitos: “Ese tu tío esa maña tiene”… y parece que todo puede quedar en el olvido.

Las lealtades familiares

Para muchas sobrevivientes saber que el abusador es apreciado o querido por otros familiares es muy duro. Por eso, contar lo sucedido es uno de esos retos para las víctimas de violencia machista más difíciles de superar. Algunas personas, aún sabiéndolo, deciden “dejarlo pasar” como un evento y ya. Por eso no entienden que la herida no puede sanarse mientras se le siga otorgando al agresor todos los privilegios de ser escuchado, invitado y acogido en la familia, a costa del silencio y el sufrimiento de las personas afectadas por su crimen.

Aquí se ven las lealtades familiares y hay quienes se pondrán del lado del abusador y otros del lado de las víctimas. Algunas personas estarán de acuerdo en poner la denuncia y les apoyarán, pondrán distancia en sus relaciones con esa persona o lo emplazarán directamente.

Cómo apoyar a una sobreviviente de violencia machista

Otras dirán que estuvo incorrecto lo ocurrido pero que hay que “perdonar”, y hay quienes definitivamente no creerán que una persona tan buena como el abuelito, el tío, el primo pudo haber hecho “eso”. Y así se crea un mar de opiniones que poco a poco irán disminuyendo y quedando en el olvido hasta que la familia se reúna en esa ocasión especial y se vean nuevamente las caras.

Tensión en lugar de alegría

En el caso de la violencia en la pareja, una mujer a quien llamaremos Fabiana contó que para ella era difícil estar todo el día en la casa cuando al marido le dan vacaciones; aumenta el control que él tiene de ella, de lo que hace o deja de hacer. Él se queja mucho por los gastos de la comida y la ropa de los hijos.

Con solo pensar que se acerca el nuevo año escolar y que hay que gastar en uniformes y útiles escolares, se le frunce el estómago porque sabe que será motivo de discusiones y ofensas de parte del padre de sus hijos.

Fabiana vive violencia emocional y económica, por eso, para ella, diciembre no es motivo de alegría, pero celebra la Navidad por la ilusión de sus hijos y se esfuerza mucho por conseguir el dinero para tenerles una cena y regalitos, sin que eso altere tanto a su esposo.

Retos para las sobrevivientes de violencia machista:

  • Que no les crean, no les apoyen y otros miembros de la familia sigan relacionándose con el agresor como si no pasara nada.
  • Perder amistades y relaciones con miembros de la familia por contar lo ocurrido.
  • Si depende económicamente del agresor, puede enfrentar además el aumento de la violencia por las humillaciones relacionadas al dinero para los gastos propios de las fechas.
  • Resistir la presión de familiares que apelan al perdón porque en “el cielo está la recompensa”.
  • Cuando sos madre de un/a adolescente que ha vivido abuso, también puede ser que tengás que enfrentar sus reacciones y problemas de comportamiento por no sentir el respaldo familiar.
  • Enfrentar miedos, dudas y soledad muchas veces. No saber qué hacer ante tantos problemas te puede traer estrés, cansancio y tristeza.

Si estás pasando por situaciones como las descritas antes, no dudés en buscar ayuda. Creé en tu hijo o hija si te dice que alguien le ha agredido; apoyate en quienes te creen y desean ayudar. Recordá que el silencio de las víctimas mantiene la impunidad de los agresores y pueden seguir haciéndolo con otras personas que tienen menos poder. Tenés derecho a denunciar a tu agresor sea quien sea.

No hay motivos ni razones que justifiquen la violencia. Si la “unidad familiar” depende del silencio de las víctimas, eso no es familia, mucho menos unida. Sentar a una víctima o sobreviviente con su agresor en las celebraciones familiares es una forma de revictimizarla. Para salir adelante hay que mirar de frente sabiendo que tenemos derecho a vivir una vida tranquila, sin violencia y rodeada de gente querida. Sean o no miembros de la familia.

Texto elaborado por una psicóloga feminista independiente con experiencia en el abordaje género-sensitivo de la violencia contra las mujeres.

Fuente documental: ¿Cómo afrontar el abuso sexual intrafamiliar? National Child Traumatic Stress Network

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